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Utilizamos los famosos buses con el sistema Hop On Hop Off (suba y baje dondequiera) que pueden ser tomadas en la puerta del barco, y te deja en el mismo sitio. Lamentablemente no trabajan de tarde ni de noche, por lo cual tenemos que apurarnos para ver lo más posible bajo esta modalidad. En la tarde regresamos al barco a almorzar y tomamos de nuevo el bus para quedarnos en el centro y recorrer la ciudad a pie. Una verdadera y maravillosa experiencia. Por la noche, con bastante frÃo y cansados de caminar, regresamos al barco en taxi. La moneda local es la Corona danesa , que equivalen a 5.76 po $1
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Podemos decir que la City es la zona que va desde la estación central- lÃmite oeste- hasta la estatua de la Sirenita y el Kastellet- al este-, y desde la zona de los Lagos en el norte, hasta el barrio de Christianshavn en el sur. Aquà se concentran casi todos los atractivos de la ciudad.
Comenzando por el oeste, llegamos a la Estación Central, que es un bonito edificio en el que lo que más destaca es la decoración y las vigas de madera de los techos del vestÃbulo central. La estación es el punto de referencia principal de los ferrocarriles daneses, ya que de ella parten todos los trenes nacionales e internacionales, los regionales de la isla de Zelanda y los S-Tog de cercanÃas.
Después de salir de la estación, al otro lado de la calle se encuentra una de las principales atracciones de Copenhague: los Jardines TÃvoli. Se trata de un parque de atracciones, situado en el corazón de la ciudad, con 163 años de vida y una gran tradición (fundado en 1843). Se trata de un recinto pequeño- no ocupa más de una manzana del centro de la ciudad-, pero cuyo interior hace que merezca la pena la visita.
La Strøget es la gran calle comercial de Copenhague y, a su alrededor, se mueve gran parte de la vida de la ciudad. A lo largo de sus cerca de dos kilómetros se pueden encontrar las tiendas más exclusivas de la ciudad, grandes almacenes o las sucursales en la ciudad de las grandes cadenas de ropa europeas.​
"Desde Nyhavn apenas hay diez minutos de caminata hasta Amalienborg, el palacio donde vive la familia real danesa. Está situado en una plaza con una estructura simétrica y que está custodiada por los tÃpicos guardianes daneses del gorro de piel alto. Si se tiene suerte, se puede coincidir con la ceremonia del cambio de la guardia que, no es excesivamente espectacular como en otros paÃses, pero siempre resulta curiosa".
Si se sigue un poco más hacia el este -alrededor de un kilómetro- aparecerá la famosa estatua de la Sirenita que todo el que pase por Copenhague no puede dejar de ver. Durante el paseo, quedan un lado el museo de la Resistencia, inconfundible con su vehÃculo militar a la puerta, y la zona del Kastellet, una antigua fortaleza militar por la que hoy en dÃa se puede pasear tranquilamente.
Que nadie se sorprenda cuando vea la estatua de la Sirenita. Desde aquà advertimos que tiene un tamaño muy reducido. Es posible acercarse a ella salvando la escasa distancia que separa la piedra sobre la que reposa la escultura de la orilla, aunque para el que quiera acercarse demasiado debe tener en cuenta dos cosas: que las piedras resbalan y una caÃda desde el pedestal de la Sirenita tiene como muy probable destino final las aguas del Báltico; y que hay que tener cuidado con las olas que levantan los barcos turÃsticos que pasan cerca del monumento, porque pueden salpicar al que se atreva a subir en él".
Esto fue contado: "Christiania es una zona alternativa dentro de la ciudad de Copenhague. Nació en los años 60, con la ocupación de unos terrenos del ejército y se mantiene con más o menos polémica hasta hoy. Sus habitantes son lo que queda de los hippies y consiguen mantener un ritmo de vida ajeno completamente al del resto de la ciudad dentro de la zona. No pagan impuestos y no tienen una autoridad determinada.
En principio, el barrio no es una zona turÃstica, sino la residencia de estas personas, pero los turistas son demasiado numerosos para evitarlos. La curiosidad de la venta pública de hachÃs -ilegal en todo el paÃs, pero con la que la policÃa hace normalmente la vista gorda en aquella zona, en la que sólo entra de vez en cuando- lleva a muchos curiosos al barrio. Pero que nadie se engañe, Christiania es mucho más que eso. En ella se pueden encontrar interesantes cafés e, incluso, un par de clubes como el Loppen o el Opera, en los que bailar hasta altas horas de la noche o escuchar conciertos. CortesÃa de (copenhaguen.info)".
Durante la navegación pasamos aproximadamente a las 3:30 de la madrugada bajo el puente EAST DENMARK BRIDGE, que conecta las islas danesas de Sprogo y Sjaelland. Ya de dÃa alrededor de las 9 de la mañana, pasamos por el estrecho de Sound North, pudiendo ver a estribor (derecha) la ciudad de Helsingor en Dinamarca, y a babor la ciudad de Helsingborg en Suecia. La entrada a Copenhague, es todo un espectáculo.